lunes, 21 de noviembre de 2011

Comienza el trabajo

Dentro de unos días voy a llevar por fin el Valparaiso al astillero donde comenzaré la reparación. Estoy ultimando los detalles para poder llevármelo...gruas, transporte especial, etc.
Hemos desarbolado el barco, para poder transportar el barco y para revisar toda la arboladura, reforzar las crucetas(30 años sin bajar el palo requieren una revisión exhaustiva del mismo y sus apéndices) y cambiar jarcia firme. Bajar el palo ha sido mucho más fácil de lo que pensaba.

Aquí dejo unas fotos de como está el barco antes de comenzar a repararlo...Volverá a navegar!













jueves, 3 de noviembre de 2011

NUEVO RUMBO

He vuelto a dormir bien...parece que todo va tomando forma de nuevo. Han sido unas semanas duras, de cambios e incertidumbre, pero finalmente las cosas se vuelven a arreglar.

Los cambios y los hechos "fortuitos" ocurridos de manera concatenada y casi "programada", han sido una constante en mi vida. Cada uno de estos cambios me ha llevado siempre hacia una nueva situación o etapa que mejoraba mi vida respecto a la etapa anterior.
Es por esto que cuando el Valparaiso cayó al suelo, y despues del disgusto inicial, pensé: "si esto ha pasado, es por alguna buena razón".


Pues bien...todo se vino abajo al mismo tiempo...el barco cayó, y mi trabajo de oficina, en el que estuve durante 3 años, tocó a su fin. Ese trabajo no era para mi, hacia tiempo que lo sabía, que lo sentía...quizá lo supe siempre...
Al caer el barco, supe que la compañia de seguros no me pagaría lo suficiente como para que una empresa "nautica" me reparase los daños, por lo que una idea comenzó a rondarme la cabeza...No iba a renunciar a mi barco, a mi vida, a mi pasión y afición...así que la única manera que tenia de salvar al Valparaiso era salvarlo yo mismo.

Esta idea fué tomando forma en mi mente, y el universo conjuró para forzar la toma de decisión antes de lo que yo esperaba, ya que en mi antigua empresa se planteó una situación que no me favorecia, y que me hizo llegar a un acuerdo con la misma para negociar mi salida.

Dicho y hecho!! Casi sin darme cuenta, estoy ya en las listas del paro, y libre para poder emprender la reparación del Valparaiso. A ésto se suma la comunicación de la compañia de seguros, diciéndome que el valor benal es inferior al coste de la reparación, y confirmando mis sospechas iniciales...

La única posibilidad para el Valparaiso es que lo repare yo mismo, y a ello me dispongo, contando con la ayuda de mi buen amigo Agustín, con una gran experiencia construyendo y reparando barcos.
Con su ayuda, devolveré la vida a mi barco, y en unos meses volverá a navegar, mucho más fuerte y sólido que antes del accidente.

Estoy ansioso por comenzar esta nueva etapa, que no se hacia dónde me va a llevar...Pero como he dicho unas lineas más arriba, los cambios en mi vida siempre han sido para mejor.