viernes, 14 de octubre de 2011

Insomnio

03:00 horas...otra vez despierto...hace noches que no consigo dormir bien, y ésta es una de esas noches. Siento que la cabeza me va a estallar de tanto darle vueltas a las cosas.
Parece que todo vuelve a precipitarse...El lunes tendré el despido sobre la mesa del despacho, y es mi elección aceptarlo y emprender un nuevo rumbo, o permanecer en la"seguridad" momentánea de un puesto de trabajo con contrato indefinido, en una empresa que desea presentar un ERE temporal con reducción de jornada...

A mi...¿que me importan los EREs, las reducciones de jornada, los despidos, indemnizaciones y demás chorradas legales...? Yo estaba bien tal cual estaba todo...El Valparaiso en el agua, mi trabajo que me permite vivir cómodamente...
Por otro lado, la oficina me asfixia...3 años trabajando allí...siempre he sabido que eso no era para mi, pero me he acomodado a la situación. ¿Decidiré lo correcto? ¿serán locuras todos los planes que tengo en la cabeza? ¿Deberia quedarme quieto, que no está el horno para bollos, o es el momento adecuado para "saltar"? Y si no sale bien...¿que pasará?

Por mi tierra hay un dicho... Qui no juga, no guanya...


Vueltas y más vueltas, y ya son las 04:00h.

jueves, 13 de octubre de 2011

CUANDO TODO SE TUERCE...O ESO PARECE...

El año 2010 fue muy bueno en muchos aspectos, y lo que llevábamos de 2011 también, pero a veces las cosas se tuercen, sin saber muy bien porque nos toca a nosotros...


El día 1 de Septiembre saqué al Valparaiso del agua, lo dejamos en varadero(no diré en cual por el momento) para realizarle un tratamiento contra la hidrólisis("antiosmosis" con el permiso de Agustín) que afecta a casi todos los cascos de fibra de vidrio una vez están entrados en años.
Durante varias semanas estuvimos lijando el casco, hasta dejarlo completamente pelado de gelcoat, con la fibra desnuda. La cosa marchaba genial!!


El día 24 de Septiembre, a las 12.30 h. recibí una llamada del varadero comunicándome lo que nadie que tenga un barco desea escuchar nunca..."David, esta noche ha habido tormenta, y tu barco ha caído de las cunas."
Aquello me dejó helado...Salimos enseguida hacia el varadero para ver los daños...


Terrible...El barco estaba bastante dañado, había caído hacia su costado de babor y una de las cunas había atravesado el casco...Otro tramo de casco también se había agujereado al golpear el suelo...



























Me sentí realmente mal, angustiado y triste...Todas mis ilusiones, mi hogar, el trabajo, tiempo y recursos invertidos en el barco, se habían despanzurrado contra el suelo...En aquel momento, hubiese preferido cualquier otra cosa antes que ver mi barco en ese estado...

Y en otro orden de cosas, como parece que todo revienta al mismo tiempo... en el trabajo, problemas...que si presentamos un ERE, que si despidos, reducciones de jornada...

Parece que se avecinan cambios importantes y ésto siempre asusta un poco...pero como me dijo mi padre: "Dios escribe recto con renglones torcidos"

Una vez pasado el disgusto inicial debido a la caida del barco, y después de hablar con varias personas que me aconsejaron, voy recuperando la calma y mi ánimo natural, que suele ser alegre...

Veremos hacia donde me lleva este nuevo camino que se está abriendo...

lunes, 10 de octubre de 2011

Mi sueño

Después de algunos años de navegar en otros barcos, de aprender lo básico, de compartir experiencias con amigos,  en Abril de 2010 decidí que iba a lanzarme a por mi sueño...Me llevó un par de meses encontrar al Valparaiso, un Colvic Sailer 29, que habían mimado y cuidado hasta entonces, pero que por circunstancias que no vienen al caso, tuvo que cambiar de armador.
Se trata de un barco sólido, estable, noble cuando sube el viento, y que transmite seguridad, al menos a mi y a Aly.
Como la gran mayoría de los que navegamos, yo tampoco soy rico, así que tomé una decisión importante: dejaba mi piso de alquiler y me compraba el barco, que sería al mismo tiempo mi casa y mi ocio, la fuente de mis alegrías y de mis penas...




En Junio de 2010 lo compré en Mallorca, y con un par de amigos (gracias Carlos y Manu) lo trajimos hasta Valencia.


He tenido la inmensa suerte de que a Aly le gusta tanto como a mi, y juntos hemos ido cogiendo soltura con el barco, realizando travesías maravillosas.
Con él hemos navegado durante un año y pico, aprendiendo a conocernos uno al otro. Nos ha llevado a sitos maravillosos, nos ha dado seguridad en la mar, enfrentándonos juntos al buen y al mal tiempo.
A cambio, le hemos mimado, cuidado, mejorado en algunos aspectos, quedando todavía muchas más mejoras que hacerle.


Puede resultar extraño, pero en este tiempo ha nacido en mi algo parecido al amor...Si, creo que quiero a mi barco...no es solo un barco, sino que es parte de mi, de mi vida, de mi manera de entender la vida...
No concibo mi vida si no es ligada a la mar, a mi barco...